Un desafío que se debe enfrentar cuando se quiere crear un plan para que el dinero rinda, es medir correctamente el presupuesto.
El presupuesto no es más que la comparación entre los ingresos y egresos que afronta una persona en un tiempo determinado.
Se puede elaborar de manera diaria, semanal, mensual o anual, a preferencia de quien lo diseñe y de los objetivos establecidos.
Llevándolo de manera correcta, un presupuesto puede convertirse en el mejor aliado para conseguir metas, cumplir sueños y hacer que el dinero rinda y sea más eficaz.
Ahora, ¿cómo hacer un presupuesto personal que sea exitoso?
Lo primero es establecer cuáles son todos los ingresos económicos que se perciben en el tiempo determinado.
En el caso de una persona natural, se recomienda incluir:
- Salarios
- Bonos
- Incentivos
- Honorarios
Posteriormente, se deben evaluar los egresos en dos segmentos: gastos variables y gastos fijos.
Los gastos fijos son aquellos que no se pueden eludir. Entre ellos pueden estar:
- Transportes para ir al trabajo
- Pago en tarjeta de crédito
- Servicios del hogar (electricidad, gas, agua, teléfono)
- Salud y pensión
- Mercado
- Cuota del gimnasio
- Alquiler de la vivienda o hipoteca
Por otra parte, los gastos variables son aquellos que pueden ser modificados, reducidos o suspendidos de un momento a otro. Entre ellos pueden incluirse:
- Salidas a cine
- Eventos nocturnos
- Transportes ante novedades
- Ropa y apariencia personal
- Entretenimiento
Lo recomendado es que la suma de los gastos no sea mayor a los ingresos del periodo de tiempo establecido. Solo de ese modo se puede garantizar la obtención de ahorro, que puede variar de acuerdo con tus necesidades.